Que frase tan barroca me parece la de "Eximir de culpas"; simplemente no me parece que engranen algunas palabras dentro de algunos temas, como el del amor. He leído tanto sobre temas diversos, es maravilloso como los universos se construyen con tanta coherencia, aunque la lógica no se percibe necesariamente a primera vista, a primera leída. Cuantos términos nuevos se van construyendo, aunque muchos parecen sólo una reinterpretación de otros, cosas de contextos, de actualidad; lo interesante es que cada vez se encuentran más formas de justificar los actos, desde los más inofensivos hasta los que más lastiman, a otros y a nosotras mismas, y entre esa búsqueda a veces encontramos la forma de no sentirnos en ningún extremo. Tratamos de quedarnos en el lugar justo, en donde nos sentimos en equilibrio, y estando ahí todo parece correcto, justo, bueno, pensamos sólo en lo que está cerca; yo creo que sólo nos ponemos de pie en medio del sube y baja, y vivimos en un parque repleto de esos juegos, que nunca se detienen, pero mientras desde nuestro sitio no veamos como se mueven otros sube y bajas, no importa lo demás. Lo cierto es que la única realidad que cuenta es la propia, supongo que está en nuestra naturaleza: eximir, eximirnos. Había olvidado como el leer a Sor Juana Inés de la Cruz me lleva a sitios de una realidad surrealista, la extrañé, pero siempre vuelvo a ella con cautela. Siempre.
jueves, enero 23, 2025
Eximir
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