lunes, febrero 08, 2010

Miedo anual

Noches intensas con respiración entrecortada
ojos durmiendo como obligados,
como guardianes.
Mi oído tampoco descansa,
y mi cabeza amenaza con doler.
Un costado de mi espalda se queja
al amanecer y por la noche
y yo no tengo nada que preguntar.
Sé todo,
sé perfectamente lo que sucede,
lo sé con exactitud
con esa precisión que tienen mis lágrimas.
Es este maldito miedo que me ataca por lo menos una vez al año;
y siento que es tan familiar y tan extraño para mi este corazón,
a veces, paresco ser yo quien late dentro de él.