sábado, octubre 27, 2007

Ojos



Traigo una orilla del manto lunar arrastrando en la poesía..


La luna se convirtió en la sacerdotiza de nuestro amor,
testigo activo del encuentro entre tu y yo.
Desnuda en el cielo nos empapó de magia,
y un beso.
Tu llanto primero ante ella,
mis brazos encontrando su lugar,
luciernagas alumbrando,
tu y yo como invitadas especiales al festín.
¿Qué somos, con el corazón?
¡Que corazón, este que somos!
Luna brillante
en plena noche haciendo el día en que nos encontramos,
amor tan natural como el mar,
tan preciso como sus olas,
tan exacto como la montaña de aquella tarde,
y tan real como las hojas que nos saludaron en aquel camino.
¿Qué ve la Luna cuando nos mira?
si no otra cosa que sus criaturas felices y maravilladas de amar.

sábado, octubre 06, 2007

Dioses

Que buena es la cama.

Estoy segura de que si Jesucristo hubiera conocido una cama como la mía, tan amplia, tan suave, y tan ajena a la pereza, hubiera decidido no sacrificarse por la humanidad...
Es verdad, mi cama nada tiene que ver con la pereza,
ella sólo está llena de sueños, y amor,
ella es más suave que el rostro de un recien nacido.
Mi cama nada tiene que ver con el apego a la materia,
no es posible que sea así, pues ella sólo condiciona lo que sueño,
es un perfecto transporte entre lo que es real y lo que creo que es real.
A veces pienso que Buda pudo meditar bajo el hechizo de una cama como la mía,
no lo dudo ni un poco, de que otra forma pudo él contemplar con tanto tino?
Debería de existir un libro sagrado o una biblia escrita por aquel o aquella que inventó las camas, como la mía. Segura estoy de que tendría millones de fieles seguidores,
y más segura estoy de que sería incapaz de producir maldad.

lunes, octubre 01, 2007

Viva

Respiro en el otoño el recuerdo con el que he de morir,
siento en sus supiros las ilusiones de una niña,
miro en sus hojas mis lágrimas cayendo:

Extraño a mi Mami y a mi Papi,
recuerdo mi niñez,
la recuerdo a ella,
y tu me asustas...

Injusto otoño,
que siempre llegas
y que creas en mi un recuerdo como el de ella,
el recuerdo que he de llevarme hasta mi muerte.