
siento en sus supiros las ilusiones de una niña, miro en sus hojas mis lágrimas cayendo:
Extraño a mi Mami y a mi Papi,
recuerdo mi niñez,
la recuerdo a ella,
y tu me asustas...
Injusto otoño,
que siempre llegas
y que creas en mi un recuerdo como el de ella,
el recuerdo que he de llevarme hasta mi muerte.
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