golpearlo con tu silencio y dejarlo morir.
Lamento mi ignorancia
mi falta de entendimiento ante tu lenguaje;
ojala tuviera la habilidad de aprender;
de tus gestos,
tus pasos, tus actos,
ojala y tuviera el tiempo.
Pero veo que te has cansado,
que mis palabras te lastiman,
que nada puedo hacer.
De nuevo al vacío,
lo siento;
tendría que sacarme la emoción,
las ganas de todo esto,
y torturarlo con tu ausencia,
me lo he ganado.
La balanza se ha cargado al lado opuesto,
lo mejor, lo más bueno, no ha ganado,
y soy sincera al decir que me duele,
me dueles, no tus palabras, no tu alta voz,
me duele el corazón de tus lágrimas.
Hoy impondré a la soledad de mala gana.
Te quiero con la fuerza de todos los vientos.