El aroma del atardecer,
el aroma que entra por los ojos
por la memoria
y vive en los huesos
atado a cada poro de mi cuerpo.
El aroma de un recuerdo
que se apoya en la tierra mojada
y se adorna con el color de las paredes humedas.
Aroma digno de mis lágrimas
vacío de todo
propio,
absoluto y mío.
Aroma sin sabor
que sabe a lo que saben los adentros de mi vida.
Melancolia con aroma a atardecer,
te mencionaré en donde sea,
como sea, durante todo el día de hoy.