Soy muchas cosas, algunas buenas, otras no tanto, pero lo que no soy es tu responsabilidad, no lo digo con desdén ni con enojo, lo digo con tranquilidad y con seguridad; me has pedido por segunda vez que te suelte, y te aseguro que no habrá una tercera, también lo digo con tranquilidad, y lo acepto. Soy una adulta, no tengo la menor intención de hacerte daño, y siempre he tratado de respetarte, en serio que si. Pedirte una oportunidad para ser amigas es algo que me nace de la manera más real, porque puedo ser una buena amiga, ya nada me cega, mis ojos y mi corazón están muy abiertos al respecto. Respecto al tema de estar encerrada y negarme a salir de éste camino para dirigirme a algunas redes amorosas creo que ya planteé mis argumentos, todos desde la sinceridad, no es fácil sentirse preparada para un vínculo de amor, y yo no lo estoy, y no quiero dañar más ni que me dañen, y aquí hago hincapié en el argumento de que nada tiene que ver contigo. Tiene que ver con la manera en que he elegido vivir, en buscar una madurez que por ahora no tengo, en darme cuenta de toda la responsabilidad que implica un vínculo así, quiero sentirme una adulta en ese aspecto también, no andar amando así porque sí, tener la valía de distinguir todo cuando se llegue a presentar, y esos procesos son míos nada más, mi corazón lo merece, igual que cualquier otro. No tengo porque mentir, y te digo que lamento mucho el que hayas sentido una carga que no te corresponde. Todo pasa. Y el inmenso cariño que te tengo me hace soltarte también, y quererte bonito, sin miras a más, sólo a tu amistad, la cual sino sucede pues lo sabré entender y aceptar. No te preocupes, que siempre podrás contar conmigo, lo digo de la manera más sincera, y sin un doble discurso. Sigue adelante. Siempre adelante.
domingo, enero 19, 2025
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario