Hace un poco más de cien días que el amor se depositó en este cuerpo por última vez, advertencia: lo que sigue es bastante íntimo. Hacer el amor utilizando el cuerpo, todo, con cada poro de la piel, con cada una de las ganas guardadas, hacer el amor sin resistencia, contar la historia de dos en cada movimiento, en cada sonido, un par de cuerpos comienzan el recorrido, hasta mezclarse como la marea con las olas en la mar, en armonía, en la media luz, hasta el cansancio, detenerse de pronto para tratar de entender todo lo que está sucediendo, para tratar de ser conscientes del momento, y no lograrlo, porque es imposible parar; hacer el amor, con amor, sin ningún otro interés de por medio más que el de dejarse ser, dejarse sentir, siempre hay una primera vez y una última. Necesito ser muy delicada al escribir de todo esto porque hay cosas que simplemente no se pueden describir, porque fue algo más que un deseo, fue más que el cuerpo, fue más que todo, fue tanto; algo que nadie en mi pudo provocar, sólo tú, llevarme a sitios del placer que no conocía, a sensaciones que no pensé que existirían, conocer la magia, justo esa parte que nunca se podrá descifrar, aún hoy me pregunto cómo hacías para llevarme ahí, y dejarme dormida por horas, o estar tan en mi hasta las hormonas, me pregunto como si no supiera la respuesta, afortunadamente la sé, porque estuve ahí.
La piel tiene memoria, y hoy pensé en lo maravilloso que ha sido conocerte, fortuna que hayas sido tu mi última vez, no pido más, estoy tranquila con ello, así pasen cientos de días, el cuerpo sabe, nunca me engaña, y no se trata de aferrarse al pasado, no se trata de un capricho, se trata de lo vivido, mi cuerpo es bastante claro. Te vi, mi amor libertad, y sólo puedo pensar en todo aquello de lo que eres capaz de sentir, no dejes de hacerlo, demuestra tu manera de amar, ama como sabes, ama profundo, con ganas, con pasión, déjate sentir y que te sientan, porque sería injusto que no lo hicieras, mereces el placer, mereces la pasión, la despiertas, sé que lo haces, estoy segura; mereces cada una de las maneras del amor, desde el cuerpo hasta el alma, pasando por el corazón, por las palabras, por todo, lo mereces. Te extraño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario