Te soñé, y no cabe duda de que me gustas tanto, pero mucho, con ganas; tu voz se quedó en los tonos de mi memoria, en el centro de mi corazón, qué te digo de tu sonrisa, también me la sé, ni si quiera tengo que cerrar los ojos para traerla hasta aquí; también recuerdo tu seriedad, tus movimientos, tu mirada, amor, tu mirada. No pierdo el tiempo tratando de desmenuzar lo que siento ¿para qué? si ya me sé la conclusión. Me gustas, me gustas mucho, toda, completa, con todo me gustas, tus ojos, amor, tus ojos, tus manos, tu piel, ahora entiendo que me gustaste desde el primer momento en el que te miré frente a mi. Me encantas, sin siquiera tener que verte, porque te guardé aquí, muy, muy dentro de mi, me preguntaste si podías ponerte ahí, y yo te dejé, sería una tontería resistirse ante tanta belleza, ante tanta ternura. Sonrío, la tristeza no puede tocarme en ciertos lugares, en ciertos instantes, y la lluvia me ayuda mucho, te diría esa frase que a diario pienso, que aún siento, intocable, humilde y firme. Te tanto, tanto. Fue una bendición la fugacidad de esa dimensión, fue una fortuna encontrarte, y sé que será mi único para siempre, estoy bien, estaré bien, tarde o temprano la tristeza terminará por irse, y mi amor seguirá aquí, porque he puesto toda la resistencia posible para que no se mezclen, para que no se enreden, nunca había sentido algo así.
Mi amor libertad, continúa siempre hacia adelante, continúa por ese camino hasta que puedas volar, ve ligera, ve con tu rostro hacia el cielo, como cuando salgo corriendo a sentir la lluvia. Abre tus brazos y deja que tu cuerpo se purifique de esa gran batalla, como cuando abro los brazos para que la lluvia limpie todo mi cuerpo; parate firme, sin dudas, sin tanteos, como cuando me quedo petrificada ante el atardecer. No dudes, nunca dudes de tu corazón, si la angustia llega, si el desasosiego ataca, dámelos, que yo me encargo de ellos, no tienes que explicar nada, absolutamente nada, sólo no los dejes cerca de ti. Y si te da por llorar, agradécele a tus ojos, pues las lágrimas, como los ríos, van todas a dar al mar, hoy lo descubrí, mientras me hacía una con la lluvia. Nada de miedo, nada, porque vas a ganar, los sueños nunca se equivocan, y tu vas a ganar, ya lo has hecho. Te extraño.