Tú y tu manera de ser clara, tu manera de decir las cosas, eres un encanto, lo digo en serio, por donde te mires eres un encanto. Y agradezco mucho tus palabras, cada una de ellas, sé que eres sincera; sé que puedo llegar a ser testaruda, y quedarme helada ante ciertas emociones, como encerrada, sé que puedo descuidarme, pero estaré atenta, ahora más que nunca, no dejaré que la tristeza gobierne más aquí, seré valiente, y saldré ilesa. Sé que en algún punto estaré completamente bien. Hoy abracé tanto a mi madre, y la necesitaba mucho, ese amor que sólo es de ellas, esos silencios que son perfectos, justos; me llevó a pasear, me compró un elote y una agua de limón, volví a ser una niña pequeña, me dejé apapachar, dejé que me cuidara, y me sentí como bendecida. La terapeuta me ha dicho que es normal llorar en ciertos momentos, desahogarse, no reprimir las emociones, que no debo temer ni desesperarme cuando me sienta así, que luego viene la ansiedad, que es cosa de un duelo, nunca me ha gustado esa palabra, por su relación con la muerte. Tanto embrollo por sentir, pero no perderé el enfoque, ya no. Te extraño y agradezco mucho tu existir.
viernes, agosto 16, 2024
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