La vulnerabilidad puede ser una gran aliada pero también nos puede anclar en los lugares menos indicados, y muchas veces ni ser adultas nos salva. Recuerdo que tu mirada, la mayoría del tiempo, era muy dulce, pero también reflejaba tus días tristes, o cansados, incluso al dormir. Te pienso con mucho amor, inevitablemente, no puedo dejar de hacerlo, no puedo cambiar la manera. A veces quisiera decirte todo, pero últimamente me dejas sin palabras. Te extraño.
lunes, agosto 12, 2024
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