Hay respuestas que se dan automáticamente cuando alguien nos hace ciertas preguntas, aunque no las hayamos pedido, y hay preguntas que es mejor no hacer, también hay preguntas que provocan más preguntas a pesar de que todas tienen respuesta, hay respuestas que siempre serán las mismas, no importa cuantas veces se hagan las preguntas. Como hoy que me preguntaste: ¿por qué lo nuestro fue tan especial para ti? Te seré sincera, no entiendo para qué querrías saberlo, lo que si me quedó claro es lo que fue para ti, desde el momento en que preguntaste entendí que dejaste de verme como solías verme, como sólo tu me has mirado. No estoy reclamando nada, en serio que no, es verdad, no me hace feliz que me hayas soltado y hayas dejado de sentirme, y si, lo acepto, es parte de mi tristeza, pero como lo hemos dicho antes, somos adultas, responsables de nosotras mismas, y yo decido no sufrir por algo que fue tan bello, tan único, tan primero. Pero también hay sentimientos que no tienen respuestas tan profundas como ¿por qué me di a ti así? esa respuesta la tienes más tu que yo, la viviste, la tocaste, la sabías en cada palabra de amor y de ternura que me regalaste, en cada buenos días, en cada mirada tuya, en cada pensamiento que me dedicaste, en las ganas, en los miedos que nunca nos detuvieron, en el café, y esa dimensión fugaz donde se quedó para siempre, me di a ti porque creí en cada una de las emociones y sensaciones que tuvimos, tu estuviste ahí, respuestas como esas son las que surgen automáticamente cuando alguien nos hace ciertas preguntas. La otra vez me dijiste que fuera de ciertos temas nos era imposible comunicarnos, pero como te dije hoy, yo siempre estaré para ti, para responder tus preguntas, para hablarte de cualquier cosa cuando lo necesites, para ser transparente contigo, porque nunca he sabido ni he tenido interés en ser de otra manera contigo; quizá algún día vuelvas a contarme de lo que sientes, quizá algún día vuelvas a pedirme que te abrace y no te suelte porque tienes miedo, aunque no tengo esperanzas en ello, ninguna esperanza para ser sincera. Sólo quiero que estés bien, que nunca dudes de ti, de tu capacidad de hacer sentir amor en todas sus direcciones, desde el cuerpo hasta la mente y el corazón, porque me encantas, y porque todas las personas tienen ojos, y verte despierta todas las pasiones, todas, amo tu cuerpo, tu mente y tu corazón, tu fuerza es muy atractiva, pero a mi me derrota tu ternura, tu sensibilidad, uy, no tienes idea. Te extraño, mi amor libertad, mi amor de todas las dimensiones, mantente firme. Te extraño.
viernes, agosto 09, 2024
#142
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