Que difícil se pone la tristeza después del atardecer dominical, me dan ganas de llorar pero luego pienso en que es inútil, y me rindo; miles de pensamientos me agobian, puro autosabotaje, no tengo miedo de la soledad, estar conmigo así como estoy es lo que me inquieta, soy tierra, necesito agua. Esto está más difícil de lo que pensé, me siento como un juguete que estaba medio roto y que terminó de romperse por completo. No mal entiendas, ni interpretes nada de esto, no estoy tirando culpas ni nada, sólo estoy compartiendo lo que a veces siento, y sé también que soy la única responsable, yo también deseo verme un día muy feliz, hondamente feliz, de lejos y de cerca, desde adentro hacia afuera. Dice la terapeuta que el primer paso es aceptar lo que se siente, y aceptar que hay dolores que no se ganaron, que después de ahí viene todo lo demás, de corazón así lo espero. Mientras me seguiré levantando en esta vida que puede ser un encanto, cuidando siempre mi sensibilidad y respetando al corazón, tratando de ser fuerte. Te extraño.
domingo, mayo 19, 2024
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