Amor, hoy fui al teatro, y salí tan triste, por la temática de la obra: la muerte de un ser querido. No me gusta nada, pero nada ese tema, sí, han muerto personas cercanas para mi, mis abuelos los principales, un par de buenos amigos, yo misma he estado en sus manos, y no la soporto, no la quiero cerca, nunca, y sí, ya sé que es lo natural, lo inevitable y etc. Pero mientras siga viva no quiero saber nada de ella. Y es que no creo que sea posible imaginar o prevenir lo que se va a sentir cuando se vive algo así, además ¿por qué lo haría? ¿para qué? es mentira que una se puede preparar para algo así, es falso decir que sentimos el dolor de otros cuando les toca lidiar con la muerte, podemos compadecerles, acompañarles, mostrar empatía, pero nadie experimenta en corazón ajeno. No me gusta que me pongan a pensar en ese tema, porque sé que si me toca vivirlo es probable que pierda. La muerte y yo tenemos un divorcio firmado por común acuerdo, y así estamos bien, ella lejos de mi, y yo lejos de ella. Biodrama se llama el género teatral que conocí hoy, y sí, me gustó conocerlo, incluso me interesó, despertó mi curiosidad por el proceso de aprendizaje al que estoy dispuesta, pero la temática no fue de mi agrado.
Por otro lado más importante, quisiera tanto entender más de dónde viene lo que sientes, pero respeto mucho tus tiempos, tu ritmo, para mi no hay nada más valioso que tu acto de compartirlo, te lo agradezco profundamente, sé que no lo dices para encontrar una solución, sé que lo dices porque así lo sientes, porque sale así, y eso sólo me recuerda tu hermosa sensibilidad, tu alta capacidad de encontrar las palabras precisas, porque lo tienes claro, sabes lo que sientes, y eso es de gran valor, valor de valentía. Entiendo que sentirse rota no es algo bonito, lo sé, pero también sé que a veces necesitamos rompernos para rearmar el rompecabezas de la vida, y tú sabes cómo hacerlo, no dudes, siente lo que tienes que sentir, porque es de la única manera que va a avanzar; tómate tu tiempo, pero no te quedes ahí, haz las pausas necesarias, los ajustes necesarios o no, pero nunca dudes sobre el hecho de que va a pasar, no dudes amor, nunca. Aquí estoy para siempre escucharte, para siempre leerte, para prender la vela dominical, y así pensarte con una luz, que no se apagará con ningún viento. Te abrazo, siempre lo haré, hasta que cada parte de ti se sienta unida, te pondré a mis brazos y me quedaré quieta, hasta que toda tu vuelvas a ser una.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario