Salí a la calle, me paré en la banqueta, miré al cielo para dejar que la luna llena entrara por todo lo que soy, cerré los ojos, abrí los brazos y de pronto escuché: ¡Maestra, maestra!. Me asusté, una joven se acercó para preguntarme si la recordaba, le dije que siendo sincera no, insistió en que yo le había dado clases hace algunos años, le dije que no la recordaba,pero que no lo tomara personal, que yo nunca recuerdo a nadie, y dijo: si ya sé maestra, siempre nos contaba sobre su habilidad de borrar a las personas. Sonreí porque es verdad, y esa fue la señal para creerle que alguna vez le di clases; lo que más me sorprendió fue su expresión facial, como de gusto y sorpresa, como si se hubiera encontrado a alguien que realmente le causó alegría, tenía una sonrisa de oreja a oreja, no supe qué más decir, así que sólo se despidió, se subió a su auto y se fue. Desafortunadamente no alcancé a preguntarle qué estudia ahora, eso es lo que más me interesa de los ex estudiantes que he tenido, uno estudia cine, otra es música profesional, otra es viajera por el mundo, otro es artista plástico, uno más es rapero, son algunos de los que he vuelto a ver y he logrado recordar. En fin, mejor seguir con mi baño de luna llena, muero de sueño.
miércoles, febrero 12, 2025
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