sábado, noviembre 23, 2024

#248

Sé que hundirse en la melancolía es fácil, pero a veces no sólo en la melancolía, por ejemplo, es en este instante, sentada, esperando, me ha invadido otro sentimiento, intenso, fuerte, intacto; todo porque recordé aquella vez, en Enero de éste caótico año, cuando te dije que el amor para mí debe ser claro, intenso y extraordinario, y sólo dijiste que te gustaba esa manera de describirlo; me dijiste tu tesis sobre que el amor es revolución, y me encantó. Siempre me cautivaste, siempre, no hubo instante que no fuera así, me hiciste tanto bien amor, tanto, porque a pesar de tus miedos (quizá ésta palabra es incorrecta pero es la que me llegó ahorita) por dejar que me acercara me dejaste hacerlo, te dejaste sentir, te dejaste ser, y hablabas conmigo, y me escuchabas, esa fuiste tú para mí, la única de quien me enamoré, la única a la que mi corazón se entregó para siempre. Fue también en ese mes cuando vimos una conexión, la aceptamos, y dijimos también que nunca debería provocar nada negativo, en fin, no creo que esto sea nostalgia, porque una sonrisa nostálgica se dibuja en mi rostro, y el corazón entra como en una euforia, en aquella que descubrio por primera vez en su existir aquel mes. Intacta, tuya. Te extraño.

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