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 Siempre he pensado que amar es una decisión, que aunque el corazón se mande solo, nosotras somos sus mejores aliadas y tomamos las decisiones con él como escudo, supongo que sólo hasta que comienza a doler le quitamos el poder, y entonces actuamos en consecuencia, y paramos todo, soltamos todo lo que se tenga que soltar aunque el corazón se resista; pero él es sabio, y se da cuenta de que es por su bien, de que no es sano que algo le duela, que algo le lastime. He pensado en ello todo el día, en que amar es una decisión, ejercemos nuestra libertad así, y es muy positivo, jamás ante poner el dolor por sobre el amor. Ya va a ser casi un año de que te miré por primera vez, y me ha parecido un año largo, interesante y de mucho autoconocimiento, también ha dolido mucho, digo el año, no lo demás; mi vida se ha partido en dos durante este año, soy otra, una que está conociéndose, que está aprendiendo muchas cosas sobre el sentir, ser y estar, voy reconociendo nuevos poderes en mi, y también recordando las debilidades, para transformarlas; me gusta mucho la justicia, y estoy tratando de ejercerla en mi vida, hacia mi, nada más, quiero tratarme mejor, con más ternura, quiero un corazón dulce, amarme de maneras que aún no he conocido, ser la mejor para mi, iluminarme y alumbrarme con todo lo que soy, lo que puedo ser y hacer. Confieso que durante muchos años el contacto físico me pareció primordial en la vida, sentir el cariño, la ternura, más que la pasión, aún sigo creyendo que es muy importante sentir el calor de otra piel, de la compañía, sin embargo, no quiero nada más, tampoco lo busco, no me interesa obtenerlo ya, mi cuerpo tiene sus razones, y esas ya las sabes de memoria. Este año también he resignificado la amistad, y estoy aprendiendo a ser una mejor amiga, a cuidar de mi círculo, por más pequeño que sea, cada vez más pequeño de hecho, y estoy bien con ello, me siento protegida, me siento segura, porque sé que son personas que siempre estarán conmigo, y yo con ellas, que siempre serán sinceras para mi, y que me quieren bien, sin otro interés que compartir, que vivir y ser reales. Y tu, mi amor libertad, y tu. Te extraño.