Amor, te quiero mucho, pero mucho y mucho más; lo digo en serio, lo digo desde la verdad que habita el corazón, éste corazón que te ha amado desde el día que te descubrió. Te adoro, te deseo lo bueno, lo mejor, nunca lo dudes, promete que nunca lo dudarás, por favor. Te siento, te presiento, no lo puedo evitar. Te mucho, siempre. Tuya en todas las dimensiones y fuera de ellas.
Te soñé toda la noche, estabas junto a tu maravilla, ambas sentadas en una mesa grande, blanca, sonrientes, platicaste mucho conmigo, me decías sobre todo lo que pensabas hacer, tus ojos sonrientes, tu voz, toda tu alegría estaba presente, y yo te miraba, absorta por tu presencia, por verte tan cerca. En un momento me levanté y me puse a tu lado, me abrazaste, tu sentada, yo de pie, y te besé en la cabeza, y te sentí, se hizo el silencio y todo estuvo bien; te soñé toda la noche y en el día te pensé. Te extraño.
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