Razón

Me encantaría tener mala memoria, y aunque generalmente es así, sobre todo cuando se trata de momentos vividos con otras personas, contigo no me sucede, y no es que me la pasé recordando lo que vivimos porque me quedo como congelada, es que cuando lo hago lo recuerdo bien, muy bien, sobre todo las emociones, el sentir. Recuerdo aquella vez cuando me recomendaste que me dedicara a cierta profesión, me dijiste que debería considerarlo, y lo hice, lo hago, y trabajo en ello, por muchas razones, pero tú pusiste el clavo en el lugar indicado y diste el primer golpe. Todas las cosas que me has dicho las he creído, porque creo en ti, porque confío en ti, por ello la entrega fue así, y hablo en muchos sentidos, no en específicos. Sé que me dices la verdad, por eso entendí que no querrías volver a verme, y si, ya sé que estoy dándole muchas vueltas al mismo tema, sólo quiero que entiendas que te creo, que te tomo en serio, eres importante para mí, tienes mi atención, siempre. Mi corazón está intacto y si no lo repito es porque te creo, te respeto. Haces revolotear mi naturaleza, y soy muy feliz de saber que sabes lo buenas que somos haciéndonos compañía, pasando el tiempo nomás, mirándote entre medio cantar y bailar, sentadas una con la otra, escuchándonos, o en silencio, dejando que la lista musical siga y siga, sonriendo de vez en cuando, sólo acompañarnos, olvidando todo, sólo estar. La vida parece sencilla. Gracias.