Hoy el día ha sido largo y provechoso, toqué mucho, grabé más, y sigo aprendiendo y arreglando mi área de trabajo aquí en casa, todo va con tranquilidad y fuerza. He bailado por toda la casa, hasta cansarme, y es que de pronto entran ganas de sacudirse, de brincar, de sentirse bella, y bailar me produce esas sensaciones, me gusta no tener que salir a ningún lado para poder expresarme así, para poder dejarme sentir el cuerpo. Ahora ya estoy quieta, con algo de sueño, la noche me cae bien y la gripe salió huyendo, creo que mis defensas han mejorado.
Ayer por la tarde iba caminando por la calle y una flor cayó sobre mi cabeza, un extraño que iba pasando se detuvo y me dijo: que bonita, por algo será que cayó ahí. Sólo le dije: si, y seguí caminando. No pensé más, no hay que buscarle tanto sentido al viento. Me gusta pensar y saber que vas bien, valoro mucho que lo compartas, tu ternura es indecible, contagiosa. Paso a paso, que el atardecer nos siga tocando.
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