El mejor de los regalos ha sido platicar contigo, sentir tu sonrisa, y tu mirar, imaginar tus manos tomando una taza de café, sentadita en tu sillón. Estoy de vuelta en casa, cansada de convivir con tantas personas en un sólo espacio, pero bien, estoy tranquila, con las pilas bien puestas, sólo necesito descansar un poco. Hoy probé un atole de teja, la flor de dónde proviene la teja es como un girasol gigante, me gusta mucho.
Me gusta mucho el silencio de mi casa, su ambiente frío sin ser helado, la paz, la solemnidad, me gusta mucho.
Por otro lado, siempre he creído que cocinar es un acto tan transparente, tan puro, quizá alguna vez te conté de mi afición por ver a las personas comer, y es que hay tanto detrás de lo que se degusta, toda una elaboración que comienza con las maravillosas ganas de preparar algo, me encanta. Te extraño.
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