#260

 Amor libertad, hoy leí que las únicas palabras que no duelen son las no dichas, y mientras disfruto de un té de manzanilla con jengibre y miel, porque me pegó la gripe, medito en esa frase. Quizá de ahí también se deriva el poder de la palabra, yo me he descubierto distante de la comunicación verbal con las personas, sólo cruzo diálogos con mis cercanas, mi amiga con la que vivo aquí, mi madre una vez al día, y nadie más, y no me pesa, me da mucha tranquilidad. Es verdad que hay momentos en donde debo responder mensajes, sobre todo cuando se trata de trabajo, pero fuera de ahí no estoy muy interesada en éste momento por decir más, me quedo quieta, salgo al balcón, miro el paisaje, veo las luces y la neblina, pero sigo en silencio, eso sí, escucho música casi todo el tiempo. No hay mucho que me interese compartir por acá, sólo mi trabajo. Me pregunto si ya estás en tu viaje de festejo por tremendo triunfo, me pregunto si estás curando los menesteres de esa batalla, segura estoy que así es. Las palabras no dichas son las únicas que no pueden lastimar, el problema es todo lo que ya se ha dicho, pues aunque podemos borrarlas u olvidarlas ya dieron en el blanco, pero eso también pasará, todo pasará. Te extraño.