Hoy acepto que tengo habilidad para hacer que las personas me cuenten sus historias, sin miedos, sin tapujos, así, de manera transparente, y me siento muy afortunada, porque tienen los gestos más puros, gestos que valoro mucho porque no hay ningún interés de por medio más que mostrarse a si mismas lo capaces e importantes que son, las protagonistas de sus historias. Amo este trabajo, amo lo que hago, y quiero ser la mejor. Mi amor libertad, te imagino sentadita, tranquila, disfrutando de la música, sonriendo y quizá hasta cantando y bailando un poco, eres tú, toda tú, la mejor, la única, enterneces el amanecer, nunca pares. Gracias. Te extraño.
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