El desierto sabe cosas, al final antes era mar, me enseña de todo, del cuerpo y sus cuidados, del amor y sus maneras de manifestarse, como cuando a la hora del frío la tierra brinda el calor que juntó durante todo el tiempo que se posó el sol sobre ella, creo que así debe ser el amor también, cuidarnos cuando más lo necesitamos, por naturaleza, cubrirnos de los imprevistos de la vida, sobre todo de los que duelen, de los que amenazan y llegan a lastimar, el amor. La noche en el desierto habla todo el tiempo, nos guía a través de sus silencios, nos advierte de las amenazas, nos aleja de los peligros, e ilumina nuestros pasos con toda su luz, amo la noche, al desierto y a la mar. Te extraño.
domingo, octubre 13, 2024
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