confesiones y agradecimientos de una tarde
antes de que caiga el sol
y el calor se acabe.
Voz antes de dormir: encanto.
Jugar con la nariz que no tengo: felicidad.
Mordidas infantiles: risa incontenible.
Platicas interminables: confort.
Despertar luego de treinta años: gracias,
fue de mis mejores regalos,
casi compite con mis tenis rojos.
Levantarme de la tristeza: gracias.
Chocolate lleno de lágrimas: gracias.
Sensibilidad y palabras: gracias.
Sinceridad: gracias.
Debilidad por tu disciplina: gracias.
Sonar como comercial: que barato.
Mejor sigo en la prosa, y confieso que estar en esta vida es necesario. Lo mejor de los cinco minutos es escucharte sonreír, por cosas sin sentido, como las que nos cubren. Que maravilla.
Misión: ninguna.
Quizá,sólo encontrarnos de vez en cuando.
Gracias...totales.
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