miércoles, marzo 19, 2025

Osadía

 Ayer me quedé pensando en lo raro que había sido que una llanta se saliera, porque todas las piezas estaban ahí sólo que desarmadas, hoy el mecánico me ha dicho que alguien se tomó el tiempo de quitar la tapa, sacar el seguro de la tuerca y volver a poner la tapa, para que, en algún punto se saliera la llanta, ja. Que dramático suena todo, un intento de sabotaje, a saber, el asunto es que no se logró, y ahora que sé que esa es una posibilidad mi calma sigue intacta, no tengo miedo de nada, de nadie, me conduzco diariamente de la manera más correcta posible, mi papá se puso serio, y me hizo una serie de preguntas sobre dónde había metido la camioneta, y dónde he estado, pero la respuesta es simple: en mi casa, no me muevo casi a ningún lado, ya mi hermano está revisando cámaras y en fin. Yo simplemente no creo que las malas intenciones me toquen. Por otro lado, hoy acompañé a mi mamá a la fiesta de San José, a una iglesia, me contó que ahí mismo estaba el señor de los trabajos, y que mi abuelito era muy devoto de él, yo no sabía, pero supuse que si es el señor de los trabajas pues las personas le piden por sus proyectos laborales y demás menesteres. Ya luego cenamos unos deliciosos tacos rojos y medio elote, y un dulce que se llama charamusca, mi abuelita me compraba de esos cuando era pequeña, lo probé y tuve un flash back, pero sólo lo probé porque es muy grande, y ya no son horas de dulces; platiqué mucho con mi mamá, por instantes vi como la preocupación desaparecía, y me puse contenta de verla así, tranquila, disfrutando de las pequeñas cosas, de los detalles, por eso me gusta acompañarla siempre que puedo, no importa que no entienda nada de la religión y de los santos, me basta con entender que eso la llena de cierta paz y alegría, porque me contagia. Así que fue una tarde noche muy bonita, con sonrisas, y miradas dulces. La vida es buena.

No hay comentarios.: