Siento un cansancio tan satisfactorio, quien diría que contar historias es tan intenso, qué te digo a ti. Hoy, por primera vez, compartí de manera pública algo de la historia de mi abuela, y me sentí muy feliz, compartir algo de manera colectiva siempre me da mucha satisfacción; ver la reacción de las personas, sonrisas, caras pensativas, pero siempre una emoción similar a la euforia, me gusta mucho, es como si se contagiara el gusto por algo, y somos desconocidos que durante unos minutos se reúnen a compartir algo, lo que sea, pero que vengan desde el corazón, luego se acaba el evento y nos vamos todos de ahí con un recuerdo en común, aunque no sea idéntico, que maravilla, creamos un contexto momentáneo. Tengo muchas emociones a flor de piel. Hoy escuché a alguien decir que la soledad puede matar, puede llenarnos de tristeza, y que el amor es primordial, y no lo dudo, o sea lo del amor, lo de la soledad si lo dudo un poco, porque yo aún no tengo la necesidad de compartir con nadie la mayoría de mi tiempo, y no siento que me esté muriendo por la soledad, o que me ocasione tristeza, estoy tranquila, me siento bien con la soledad, somos buenas amigas, convivimos muy bien. Siento que convivo lo justo, con la gente precisa, en instantes, como mi banda, o como mi familia, es suficiente para mi, no preciso más. Extraño situaciones muy concretas, pero supongo que eso es normal, y no dejo que me llenen de negatividad. Cené delicioso como premio a mi desempeño de hoy, y ahora muero de sueño, pero estoy contenta, sonrío, sonríe.
lunes, marzo 10, 2025
Ojos
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