viernes, septiembre 04, 2009

Matrimonio




El corazón va lento

acomodándose en su lugar,

poco a poco,

se va confortando y reconfortando.

Han pasado días lluviosos

desde adentro, desde el amanecer hasta que anochece.

Y hoy es luna llena,

y estaré con todo el silencio,

y dormiré todo el día hasta que te encuentre

sana y salva en mis adentros.

La luz de la noche habrá de iluminar el aposento de mi corazón,

y con su agua de mar dulce que envía entre las nubes

ha de limpiar los restos del dolor.

Esta noche he de estar sola,

con mi eterna compañera,

la femina con quien me casé,

ella es la indecible Luna Llena
dama de todos mis años.

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