¿Que cuánto te extraño? Decir que una ida a la luna y de regreso, aparte de cliché,no sería suficiente, ni cercano a la realidad, e incluso suena poco romántico de tan trivial. Yo te extraño con la intensidad que deben sentir los que a diario buscan nuevas galaxias, nuevos universos, con ese deseo de descubrirlas; pero esa no era la pregunta.
Si tengo que buscar una medida, diría que te extraño tanto como mide la profundidad de los mares que existen en todos los universos, en todas las dimensiones, te extraño tanto como tantas medidas del tiempo existen, te extraño tanto como cada una de las fases que existen en todas las lunas del universo, así de mucho te extraño; y sin temor a sonar exagerada, puedo afirmar que a pesar de lo mucho que te extraño nunca dejaré que ese sentimiento me lleve al dolor, ni a la tristeza, extrañar lo bueno para el corazón es mejor que jamás haberlo conocido, es saber que existe, que existes, no es conformarse, no es idealizar, es aceptar una realidad que pudo ser ajena, y afortunadamente no lo es. Es como descubrir una galaxia, la podemos ver, la podemos nombrar, no importa que jamás estemos en ella, pues nos ha deslumbrado ya. Te extraño en momentos específicos, y procuro que siempre me hagan bien, como por las mañanas, cuando me levanto bailando con alguna canción que mandaste, o antes de dormir, es cuando más extraño más tus brazos; a tu sonrisa sólo me basta imaginarla y se pega a mi, siempre te traigo. Te extraño.
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