Sobre el techo de la casa de los murcielagos pasó la espera de las estrellas,
distintas posiciones, muchas nubes...
Después de una hora comenzó la lluvia
y una estrella personal se encargó del agua y la luz
¡que belleza!
La risa es una fiel y encantadora acompañante que espanta al frío
la imaginación es un personaje dificil de olvidar, ante el cual es muy fácil rendirse,
pero el cielo robó todo el lenguaje posible de inventar.
Así pasó la lluvia de estrellas,una muy grande se convirtio en rayo sólo para poder pedir un deseo,
de las otras no puedo hablar porque se volvieron timidas.
Pero 1 está bien, muy bien!
sábado, agosto 13, 2005
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