
Subo a la nube
giro un par de veces
derramo el sueño sobre mi cuerpo
y nada.
No estás,
tengo unos brazos inútiles,
también tengo un lugar vacío entre ellos.
Tengo nada,
sólo me quedan unos largos y delgados brazos,
¡un par!
sin tiempo
y sin lugar.
Brazos inservibles
deambulantes e insomnes,
llenos de desesperación y atados como un loco en su camisa de fuerza.
Brazos destrozados de tanta quietud
de tanto estar sin ti;
delirantes y dementes brazos.
Voy a llevarlos hasta ti, y tu te harás cargo,
yo ya no sé que puedo hacer.
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