Suspendida mi habla
suspendido mi silencio,
suspendo el pensamiento
suspendo la razón.
Ahora sólo quedamos mi corazón y yo,
al descubierto;
trago una pastilla de arcoiris
sin agua
y me elevo,
suspendida yo,
en una nube entre la Luna y las estrellas,
así,
frágil y constante.
Suspendo la respiración
y corro hasta ti.
martes, enero 10, 2006
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