eso dicen las noticias matutinas en mi cerebro... y sigue:
Todo es culpa del sentir!
las emociones son el grupo terrorista que más atentados ha llevado a cabo en la historia de la humanidad, las sensaciones gobiernan nuestros caminos, se adueñaron de los distintos senderos...
Al terminar de leer estas lineas comenzaron a salir de mi pecho y mi piel un sin fin de emociones!
Ahhhh!!! qué es esto? qué es? corre Luisa corre! Me tiré al suelo, pero fue demasiado tarde, ya estaba yo arriba de las nubes. Traté de recordar algunas cosas, quería una explicación, como puede ser posible? como? De donde venian estas sensaciones? por qué? Y entonces una vocecita salio de entre la cicatriz de mi corazón y dijo:
Rindete! Arriba la ropa!
Tienes derecho a suspirar y ya!
Yo sabía que el corazón era interesante, sabía también de los placeres carnales; y digo no es por presumir pero si leo por lo menos un libro a la semana, asi que tengo información fidedigna sobre los distintos sabios y en ninguno de ellos encontré algo claro sobre las emociones, como su localización o su historia, sólo especulaciones... Traté de pensar con claridad, pero no logré nada. Tantos libros leidos, tanto tiempo viviendo y nada me pudo llevar a una buena explicación, qué era aquello que salia de entre mi piel? que era aquello que me provocaba las mariposas en el estómago?
Después de pensar largo rato, volvi a escuchar a la vocecita y me dijo:
Mira, conmigo es bien fácil, no te resistas y ya, no me vengas con filosofias baratas, ni con complicaciones, aqui, conmigo nada mas se permite sentir, no hay de otra comadre! Y ahora que ya lo sabes cantame una canción de amor...
Y yo bajo el efecto de una hipnosis comencé a cantar y a escribir poesia! y de vez en cuando me preguntaba qué es esta maravilla? Se siente bien...y mientras ahondaba en mi sentir me asomé por la ventana, ahi estaba! Ahi! sentada frente a mi ventana, era doña Sabiduria, bostezando...
Fue asi como entendi que nada habia por hacer, acepté que yo puedo saber algo, y cada uno puede saber lo que quiera, pero cuando ataca el corazón con su ejercito de emociones y sensaciones no hay nada que hacer, mejor rendirse y levantarse la ropa.
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