Debajo.

Me duelen los oidos...
me duele un poco la imaginación,
y el cuello me truena cada vez que muevo mi cabeza...
Será mejor quedarme quieta
aunque me resulta dificil por las noches
más si me convierto en chapulin...
¿ qué hacer ?

¡ Ya sé !

Voy a meterme debajo de la cama

donde nadie escucha nada,

por ahi debe estar escondida mi poesia

la intuición me indica que es un sitio seguro, creo...

¡ Sobres !